Igual que el año pasado, los equipos de acá están imponiendo condiciones en la Leagues Cup

Por Pepe Penales

Las dos primeras ediciones de la Copa de las Ligas eran considerados torneos amistosos. Ambos los ganaron equipos mexicanos: Cruz Azul y León. Cuando se convirtieron en torneos oficiales la cosa cambió; de hecho, los cuatro finalistas en 2023 y 2024 fueron todas escuadras de la MLS.

Se puede debatir sobre las condiciones desfavorables que enfrentan los equipos de la Liga MX en este torneo: que si los de la MLS llegan con más partidos jugados; que si todos los juegos son en canchas de acá; que si la problemática del pasto artificial; que si los viajes son más desgastantes para los mexicanos; etc.

No hay que minimizar todos esos factores, pero si nos enfocamos en el futbol que desarrollan los equipos en la cancha, la verdad uno se queda sin muchos argumentos por la triste demostración de muchos conjuntos del balompié azteca. En cuanto a resultados van más o menos parejos, pero hay que ver que en muchos de esos partidos los de la MLS fueron amplios dominantes, salvo algunas excepciones. 

La respuesta puede estar en el tipo de futbol que se practica en ambas ligas: mientras que en la MX se prioriza la posesión del balón con mucho toque lateral (intrascendente), los emeleseros optan por el juego directo reforzado por la potencia y la velocidad en todas sus líneas y por los movimientos en bloque. En cambio, el futbol mexicano parece estancado con fórmulas que ya no funcionan en el futbol actual. Algunos equipos como Toluca, Pachuca y Tigres sacaron la casta, pero son los menos. Los de la MLS (la gran mayoría), a pesar de algunas derrotas, parecen tener el mismo ADN: ir al frente y proponer el partido.

¿Sacará la MX las papas del horno? Tal vez si uno de sus equipos levanta la copa. Lo que queda después es trabajar para contrarrestar los puntos fuertes de los rivales y equilibrar la balanza en base a buenos resultados, pero eso será hasta la próxima edición del torneo. EC