Por: André Simone, Los Ángeles

El béisbol vivió una noche histórica cuando Shohei Ohtani alcanzó un hito nunca antes visto en las Grandes Ligas: convertirse en el primer jugador en registrar 50 jonrones y 50 bases robadas en una sola temporada. Este logro impresionante ocurrió durante el partido en el que los Dodgers de Los Ángeles vencieron a los Marlins de Miami 20-4, asegurando su lugar en los playoffs, pero la atención del mundo estaba sobre Ohtani.

Un comienzo electrizante

Desde el inicio del partido, Ohtani demostró estar en una forma excepcional. Durante su primer turno, conectó un doble y robó la tercera base, alcanzando así su base robada número 50 de la temporada. Este robo de base fue solo el preludio de una actuación que quedará para siempre en la memoria del deporte. En el segundo inning, pegó un sencillo que impulsó una carrera y, con velocidad característica, robó la segunda base, acumulando su estafa número 51.

La explosión en la séptima entrada

El momento crucial llegó en la séptima entrada. Después de haber conectado su jonrón 49 en el sexto inning, Ohtani enfrentó al lanzador de los Marlins una vez más. Con su característico swing, envió la pelota más allá de la barda del jardín izquierdo, sumando su 50.º jonrón y entrando oficialmente en los libros de historia. Este fue su quinto hit del día, ampliando la ventaja de los Dodgers a 14-3.

La tarde perfecta: Ohtani y el club 51-51

Pero Ohtani no se detuvo ahí. En la novena entrada, con dos hombres en base, conectó su tercer jonrón de la jornada, enviando la pelota a lo más alto de las gradas del jardín derecho. Así, alcanzó 51 jonrones y 51 bases robadas en lo que ha sido una temporada que rompe todos los esquemas. El marcador final de 17-3 fue testimonio no solo de la superioridad de los Dodgers, sino del dominio individual de Ohtani.

Un legado en construcción

Este hito es solo una muestra más de la grandeza del japonés. Antes de su hazaña 50-50, ya había sido protagonista de otro momento memorable el pasado 23 de agosto, cuando conectó un grand slam ante los Rays de Tampa Bay, entrando al selecto club de los 40-40. Cada base robada y cada cuadrangular desde ese momento apuntaban a su próximo objetivo: el 50-50. Lo impresionante es que Ohtani nunca ha perdido de vista su meta principal: ayudar a los Dodgers a ganar y consolidar su posición en la postemporada.

Al finalizar el encuentro, Ohtani compartió su satisfacción con modestia: "Estoy feliz de que el equipo haya ganado y de haber alcanzado esta marca", declaró el jugador en una entrevista para SportsNetLA, minimizando su logro individual en favor del desempeño del equipo.

La polémica fuera del campo

La temporada de Ohtani no ha estado exenta de desafíos fuera del campo. Al inicio de la campaña, su nombre estuvo vinculado a una controversia financiera relacionada con su exintérprete, pero el jugador japonés supo concentrarse y superar las distracciones con su talento y enfoque en el béisbol. En Miami, el público lo ovacionó de pie tras su histórico jonrón número 50, un momento que encapsula la resiliencia y grandeza de Ohtani dentro y fuera del campo.

El camino hacia los playoffs y su regreso como pitcher

Aunque este año Ohtani no ha lanzado debido a una cirugía en el codo, su contribución como bateador ha sido decisiva para llevar a los Dodgers a su 12.ª clasificación consecutiva a los playoffs. Este será el primer año en que Ohtani participará en la postemporada, lo que añade aún más emoción a su ya histórica campaña. Se espera que regrese al montículo en 2025, pero su entrenador, Dave Roberts, no descarta que Ohtani pueda sorprender lanzando en la actual postemporada.

Un pelotero que trasciende el deporte

Shohei Ohtani no solo está reescribiendo la historia del béisbol, sino que también está ampliando los límites de lo que se considera posible en este deporte. En una era donde la especialización es común, Ohtani sigue siendo una excepción. Su capacidad para destacar tanto como bateador como pitcher lo coloca en una categoría única. Muchos ya lo comparan con leyendas como Babe Ruth, y es probable que, cuando su carrera llegue a su fin, se discuta si Ohtani es el mejor jugador de béisbol de todos los tiempos.

En lo que resta de su carrera, una cosa es segura: cada vez que Shohei Ohtani toma el campo, el mundo del béisbol se detendrá para observar a una leyenda en proceso de creación.