Las carreras en un colegio comunitario abren puertas a empleos estables y bien remunerados

Por Lupe Duran 

Para muchas familias hispanas, la idea de asistir a la universidad es tanto un sueño como un desafío. Los padres animan a sus hijos a "permanecer en la escuela", sabiendo que la educación es la clave para un futuro mejor. Sin embargo, los estudiantes de primera generación a menudo enfrentan dificultades para navegar el sistema universitario sin la guía de padres que hayan pasado por la misma experiencia. Ese fue mi caso como estudiante universitaria de primera generación que eligió un colegio comunitario como un primer paso hacia una carrera significativa.

Crecí en un vecindario donde las oportunidades profesionales parecían limitadas y mi camino no siempre estuvo claro. Pero todo cambió después de que el incendio de Tubbs devastara mi comunidad. Mi familia y yo perdimos nuestro hogar, y al ofrecerme como voluntario para ayudar a los sobrevivientes, descubrí mi verdadera vocación: convertirme en un socorrista.

Programas como FIRE Foundry y los cursos de tecnología contra incendios en los colegios comunitarios locales no solo me prepararon para el mundo laboral, sino que también me ayudaron a obtener ayuda financiera, mentorías valiosas y la capacitación necesaria para tener éxito.

Para los estudiantes hispanos que están considerando programas de educación profesional, tengo un mensaje: “Rompan el ciclo de solo tener un trabajo y busquen una carrera que marque la diferencia”. Las carreras en ciencias del fuego, tecnología ambiental y respuesta a emergencias necesitan una variedad de voces, y la comunidad hispana tiene un papel fundamental que desempeñar. Estas profesiones están moldeando a la próxima generación de trabajadores resilientes al cambio climático.

Los colegios comunitarios de California ofrecen educación profesional accesible y asequible, además de capacitación de alta calidad en campos esenciales, especialmente para estudiantes de comunidades desatendidas como la mía. Estas oportunidades abren puertas a empleos estables y bien remunerados que también retribuyen a la comunidad.

Febrero es el Mes de la Educación Profesional, y este año, empoderemos a los estudiantes hispanos para que den ese primer paso hacia un futuro más brillante. Para aquellos que buscan romper barreras, servir a sus comunidades y ser parte de algo más grande, los colegios comunitarios pueden ser el primer paso hacia una carrera gratificante y significativa. Visita www.ICanGoToCollege.com hoy mismo para obtener más información sobre cómo asegurar un futuro mejor. EC

Lupe Duran es graduada de la Academia de Bomberos del Santa Rosa Junior College