La dirofilariosis representa un gran riesgo para la salud de las mascotas. Afortunadamente, protegerlas de la infección es sencillo
Redacción EC
En inglés el término es “heartworm”, que no es otra cosa que los gusanos que viven en el corazón de algunas mascotas y que fueron transmitidas por la picadura de un mosquito. El término científico es: dirofilariosis, una de las amenazas más comunes y graves para la salud de las mascotas, de acuerdo a los veterinarios.
De acuerdo a la Sociedad Americana de la Dirofilariosis, más de un millón de mascotas en EE. UU. están infectadas con dirofilariosis, y la incidencia está aumentando, a pesar de que la condición es fácil de prevenir. La Sociedad Americana de la Dirofilariosis comparte cinco datos vitales sobre esta amenaza mortal.
1. Un solo mosquito infectado puede transmitir la dirofilariosis a varias mascotas
La dirofilariosis no se transmite de una mascota a otra. Se transmite cuando un mosquito se alimenta de un animal infectado, como un perro, un coyote, un zorro o un lobo, y luego se alimenta de otros animales y mascotas susceptibles. En cuestión de meses, la dirofilariosis crece desde pequeñas larvas hasta gusanos adultos de 30 cm de largo que viven en el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos de las mascotas.
2. La dirofilariosis se encuentra en todo Estados Unidos
Las zonas cálidas y húmedas son conocidas como focos de infección por dirofilariosis, debido a la presencia de mosquitos que proliferan en estas condiciones. Sin embargo, la dirofilariosis se ha vuelto cada vez más común en otras regiones. Un factor que contribuye a una mayor transmisión es la práctica de trasladar perros sin hogar para su adopción desde zonas del país donde la dirofilariosis es extremadamente común a lugares donde anteriormente había pocos casos. Los estudios también sugieren que los mosquitos prefieren alimentarse de mascotas con dirofilariosis que de aquellas que no la albergan. Finalmente, los mosquitos son plagas oportunistas que solo requieren pequeñas cantidades de agua estancada, como charcos o regaderas medio llenas, para reproducirse.
3. La dirofilariosis no solo afecta a los perros
Si bien los perros son muy susceptibles a la dirofilariosis, los gatos y los hurones también la contraen. Algo que las tres especies tienen en común es que pueden enfermarse gravemente, e incluso morir, si se infectan con dirofilariosis. Por eso, la Sociedad Americana del Gusano del Corazón recomienda la detección de este tipo de gusano y la prevención durante todo el año para todas las mascotas.
4. No existe una "temporada" para el gusano del corazón
Si bien el riesgo de propagación del gusano del corazón es mayor para las mascotas desde la primavera hasta el otoño, los expertos recomiendan que se mantenga a las mascotas bajo tratamiento preventivo contra el gusano del corazón durante todo el año. Calcular cuándo aparecerán el primer y el último mosquito de la llamada temporada es una apuesta arriesgada, dada la volatilidad de las condiciones climáticas incluso en las zonas más frías del país. Además, los edificios, estacionamientos y otras estructuras en las comunidades urbanas y suburbanas pueden crear "islas de calor" protegidas con temperaturas significativamente más cálidas que las áreas abiertas circundantes. Los mosquitos también sobreviven y proliferan reubicándose en interiores o refugiándose en garajes y espacios reducidos cuando bajan las temperaturas.
5. Siempre es mejor prevenir que tratar
Si bien el gusano del corazón en los perros puede tratarse, el tratamiento puede ser costoso y requiere múltiples visitas al veterinario y meses de restricción de actividades. Los gatos y hurones, por otro lado, no tienen medicamentos para curar el gusano del corazón, ya que el tratamiento utilizado en perros no es seguro para ellos. Afortunadamente, la dirofilariosis se puede prevenir con medicamentos recetados por veterinarios que son seguros, eficaces y asequibles.
Visite heartwormsociety.org para más información sobre la prevención y el manejo de la dirofilariosis. EC
Con información de StatePoint
