La mordedura de un perro puede llegar a rasgar, perforar o romper la piel. Aunque generalmente todo queda solo en el susto, a veces podemos ponernos en riesgo.
Cuando una mordida causa una herida punzante, el riesgo de infección incrementa. Además, la situación variará si el animal que causó la herida está sano o tiene alguna enfermedad, como la rabia.
Cuidados por mordedura de perro
Lo primero que debe hacer es tomar sus precauciones y hacer una visita médica dentro de las primeras 24 horas para descartar cualquier problema mayor.
- Lave la herida con agua y con jabón de 3 a 5 minutos.
- Si hay sangrado, detenga la herida aplicando presión directa con un paño limpio y seco.
- Aplique algún antibacteriano en la herida.
- Coloque vendaje seco y esterilizado para cubrir la herida.
- Cuando la herida es en el cuello, cara, manos, pies o dedos, busque ayuda médica urgentemente.
¿Qué va a pasar después?
Aunque, por lo regular, una mordedura no pasa de pequeños rasguños o lesiones mínimas, hay ocasiones en las que una herida punzante pone todo en situación crítica.
- Cuando la herida es profunda, lo más probable es que necesitarás puntos de sutura.
- También podrías requerir una vacuna antitetánica (si no te has aplicado una en al menos 5 años).
- Tomar antibióticos es recomendado en algunos casos.
- Si se trata de una infección, en algunos casos los antibióticos son por vía intravenosa.
- En casos más graves, podría requerir una cirugía para reparar el daño.
Complicaciones por una mordedura de perro
La mayoría de las mordeduras de perro sanan sin problemas o alguna infección. En caso de una complicación, una atención oportuna es crucial para evitar complicaciones médicas.
Las complicaciones pueden ser:
- Infecciones que se propagan rápidamente.
- Daños a tendones o articulaciones.
Las personas más propensas a sufrir una infección o problemas por una mordedura son:
- Personas con un sistema inmunitario débil.
- Personas con diabetes.
- Personas con enfermedades vasculares de arterias periféricas.