Chica con señales de frustración
El enojo puede manifestarse de diversas formas, algunas destructivas y otras más sutiles
Me frustra la vida que tengo

Te presentamos una forma práctica de aprender a manejar tus emociones más intensas

Becky Krinsky - Life Coach, fundadora de Recetas Para la Vida

Es lamentable ver cómo algunas personas se expresan y actúan en función a sus sentimientos de frustración, enojo o decepción con el curso de sus vidas. Ver cómo las circunstancias no se alinean con sus deseos y expectativas puede ser descorazonador, especialmente cuando estas personas son trabajadoras, buenas y se esfuerzan por progresar, pero la vida les presenta obstáculos o complicaciones inesperadas.

El enojo puede manifestarse de diversas formas, algunas destructivas y otras más sutiles, pero todas igual de perjudiciales. Cuando se logra  canalizar de manera prudente, el enojo puede ser una fuerza motivadora que impulsa a crear, descubrir nuevos horizontes y poder lograr cosas increíbles.

Si bien sería maravilloso tener una vida perfecta y sin complicaciones, la realidad es que las dificultades forman parte de la experiencia humana y nos ayudan a crecer y valorar lo que tenemos. En lugar de dejar que el enojo nos consuma, debemos aprender a controlarlo para evitar actuar de manera irracional o destructiva.

Afirmación personal para contener el enojo:

Puedo controlar la forma en que me siento y me expreso. Soy responsable de mis pensamientos y acciones. Reconozco que los errores suceden y que las personas pueden causar daño, pero aún así no tengo derecho a herir a otros para desahogar mi malestar.

Cómo conquistar mi enojo para poder tener paz emocional:

1. Manejar el enojo es una responsabilidad personal que requiere seriedad. Si no se controla, puede estallar en un instante, lo que lleva a la pérdida del respeto de los seres queridos y de la propia autoestima.

2. Una vida plena y armoniosa prioriza el autocontrol y la toma de decisiones acertadas. El enojo distorsiona la realidad, obstaculiza la capacidad de entender objetivamente la situación y, por ende, dificulta la toma de decisiones efectivas, lo que impide disfrutar de una vida satisfactoria.

3. Contener el enojo no implica insensibilidad ni negación del problema. No reaccionar con enojo significa reconocer que se tiene el control sobre los propios sentimientos.

Con información de www.recetasparalavida.com. EC


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