Cuando entendemos la perspectiva del otro, nos encontramos con un relato completamente distinto
Becky Krinsky - Life Coach, fundadora de Recetas Para la Vida
Se dice que en toda historia existen tres verdades: la propia, la del otro, y la realidad sin interpretaciones. Esto no implica que la versión y la percepción personal no sean válidas, ni que lo que ve o siente la otra persona carezca de realidad. Simplemente, todas las percepciones son parciales y dependen de la óptica desde la cual se observen los acontecimientos.
Es fácil caer en afirmaciones como "él no me entiende", "ella fue insensible", o "esa persona siempre se enoja y no me comprende". Uno se enreda en su propia narrativa, volviéndose casi insensible a la posibilidad de entender otra versión.
Ver el otro punto de vista puede ser complicado porque hay creencias y sentimientos arraigados desde edades tempranas que nos llevan a procesar la información selectivamente, dando más peso a la información que confirma nuestras creencias preexistentes.
También puede suceder que falte empatía, ya sea porque nunca estuvimos expuestos a situaciones similares o simplemente porque emocionalmente no nos hemos conectado con la otra persona.
Declaración para comprender el punto de vista de los demás:
Reconozco plenamente el valor de mi perspectiva y, al mismo tiempo, puedo aceptar que las opiniones de los demás también son valiosas. En el momento en que escucho sin objeción, verdaderamente comprendo. Al entender, puedo dejar de luchar, y puedo cruzar el puente de la comunicación y forjar lazos más sólidos.
Cómo poder escuchar sin pelear ni estresarme:
1. Escuchar sin intención de tener razón: Prestar completa atención a la persona que habla sin interrumpir y tratar de comprender su mensaje antes de formular una respuesta.
2. La empatía es necesaria para poder comunicarse: Intenta ponerte en el lugar de la otra persona para comprender sus emociones y perspectivas. La empatía no implica.
3. Entender al otro mejora la calidad de vida propia y de los otros: Para construir sociedades más armoniosas, era fundamental cultivar la habilidad de comprender y respetar las perspectivas de quienes piensan de manera diferente.
Con información de www.recetasparalavida.com. EC