Esta guía te ayudará a elegir los alimentos que necesitas incluir en tu dieta y cómo prepararlos
Redacción EC
No existe un plan de alimentación único para todas las personas con enfermedad renal crónica (ERC). En las primeras etapas, es posible que tenga pocos límites en cuanto a lo que puede comer y beber, pero a medida que la ERC avanza y tus necesidades nutricionales cambian, es posible que necesites hacer más cambios en tu dieta.
Presta atención a las calorías: Las personas con ERC pueden evitar comer porque no tienen hambre o porque los alimentos o las bebidas no les saben igual. Si notas que no tienes ganas de comer, habla con un nutricionista o un profesional de la salud para asegurarte de que estás consumiendo suficientes calorías y que estas provengan de fuentes nutritivas.
Elige alimentos cardiosaludables: Puedes proteger la salud de tu corazón y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y vasculares sustituyendo las grasas saturadas y trans de su dieta por grasas insaturadas más saludables, como las monoinsaturadas y las poliinsaturadas.
Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, presentes en alimentos como el aceite de canola, el aceite de cártamo, el aguacate, los frutos secos y las semillas, son alternativas saludables a las grasas saturadas y trans. Las grasas saturadas y trans pueden elevar los niveles de colesterol y obstruir los vasos sanguíneos.
Consejos para seguir una dieta cardiosaludable:
• Elige alimentos cardiosaludables, incluyendo abundantes frutas y verduras. Asa a la parrilla, gratina, hornea, rostiza, fríe al aire o saltea los alimentos en lugar de freírlos.
• Cocina con aerosol antiadherente o un poco de aceite de oliva en lugar de mantequilla.
• Retira la grasa de la carne y la piel de las aves antes de consumirlas.
• Limita las grasas saturadas y trans. Verifica la cantidad de grasas saturadas y grasas trans en la etiqueta de información nutricional.
• Limita el consumo de alcohol. Consulta a su profesional de la salud qué cantidad de alcohol es segura para ti.
• Habla con tu dietista o profesional de la salud sobre maneras saludables de incluir grasas en tu dieta.
Con información de los Institutos Nacionales de Salud