Atención de llamadas:
Recibir y atender llamadas entrantes, tanto internas como externas.
Dirección de llamadas:
Transferir las llamadas al destinatario correcto, ya sea una persona o departamento específico dentro de la organización.
Información:
Proporcionar información básica a los llamantes, como horarios, direcciones o datos de contacto.
Registro de llamadas:
Mantener un registro de las llamadas recibidas y realizadas, incluyendo la hora, la duración y el destinatario.
Tareas de recepción:
En algunas organizaciones, el telefonista también puede encargarse de recibir a los visitantes y proporcionarles información.
Gestión de mensajes:
Recibir y transmitir mensajes telefónicos, especialmente cuando la persona a la que se llama no está disponible.