Esta condición afecta a aproximadamente una de cada diez personas. Aprenda cómo ponerle freno
Redacción EC
Cuando hay grasa en exceso acumulada en el hígado, eso es el hígado graso, una condición que puede ser causada por una dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o enfermedades como la diabetes tipo 2. En su forma más leve, el hígado graso puede no presentar síntomas, pero si no se trata, puede derivar en inflamación, fibrosis e incluso cirrosis.
¿Cómo se puede prevenir el hígado graso?
Mantenga un peso saludable: Lograr y mantener un peso saludable puede reducir la grasa del hígado y prevenir la progresión de la enfermedad. Incluso una pérdida de peso modesta del 7 al 10% puede tener efectos beneficiosos.
Siga una dieta equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables favorece la salud del hígado. La dieta mediterránea, que hace hincapié en los alimentos de origen vegetal y las grasas saludables como el aceite de oliva, es especialmente beneficiosa. Limitar los azúcares añadidos y las grasas saturadas también es fundamental, ya que pueden contribuir a la acumulación de grasa en el hígado.
Haga ejercicio con regularidad: Intente realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada por semana, como caminar a paso ligero o andar en bicicleta. Incorporar entrenamiento de resistencia puede mejorar aún más la salud del hígado. Si puede, busque un gimnasio cerca de usted e inscríbase.
Limite el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede provocar daños en el hígado. Limitar el consumo de alcohol o evitarlo por completo puede ayudar a prevenir la enfermedad del hígado graso.
Controle las condiciones de salud subyacentes: Condiciones como la diabetes tipo 2, el colesterol alto y la hipertensión aumentan el riesgo de enfermedad del hígado graso. Es fundamental controlar eficazmente estas afecciones mediante medicación, cambios en el estilo de vida y controles médicos periódicos.
Evite fumar: Fumar puede aumentar las probabilidades de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólico. Dejar de fumar puede mejorar la salud del hígado y reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. EC